
Cada sector industrial es distinto del resto, de manera que las necesidades de un almacén tienen poco que ver con las de una fábrica en la que se manejan productos químicos o una en la que se producen alimentos.
De ahí la importancia de los pavimentos industriales, los cuales tienen que ser los más adecuados al tipo de empresa en donde se colocan, siempre pensando en las necesidades futuras.
Pavimentos sanitarios antibacterianos
En aquellos lugares relacionados con la salud, como los centros sanitarios o incluso las fábricas de productos farmacéuticos, se necesita un suelo que resista a las bacterias, que no deje que nada se adhiera a ellos.
Tampoco deben tener juntas con el fin de que la suciedad no se meta ahí, e incluso tienen que soportar productos químicos muy agresivos y temperaturas muy altas, pues se emplea agua muy caliente con el fin de limpiarlos.
Estas temperaturas llegan a ser extremas en el caso de las fábricas de alimentación, donde se puede fregar con agua que esté cercana a la ebullición.
Suelos de alta planimetría para los almacenes
Ahora mismo no es difícil hacer un suelo plano, pero esto se complica cuando la superficie aumenta. Entonces es muy fácil que el pavimento se desvíe del plano unos mm.
No se nota en un suelo doméstico o si se camina por él, pero en un almacén se ponen estanterías de muchos metros con el fin de aprovechar el espacio vertical, por lo que un suelo desnivelado, aunque sea 2 mm, es un problema muy serio.
Además, no hay que olvidar que cada vez hay más centros de este tipo que emplean sistemas automáticos de guiado con robots, los cuales no pueden encontrar desniveles si queremos que funcionen bien.
Es posible colocar un suelo ignífugo
Hay centros de trabajo en los que se usan sustancias inflamables. Aquí se siguen unas normas de seguridad estrictas, pero toda ayuda es poca y los suelos ignífugos contribuyen a parar los fuegos.
Sobre ellos el fuego no avanza, del mismo modo que no deja que las sustancias que pueden explotar, como la gasolina, lo hagan.
Con él, la seguridad de la fábrica y la de los empleados aumenta, de manera que es una buena inversión, quizá de las mejores que se puede hacer.
Existen suelos antideslizantes
Dentro de una fábrica, sobre todo si se trabaja con líquidos o elementos como los aceites, las caídas no son raras. En un momento dado nos escurrimos y nos vamos al suelo, pudiendo hacernos mucho daño.
Esto se evita con un suelo antideslizante, que impedirá que los trabajadores se caigan y se hagan daño, terminando con una lesión que puede ser grave y la consiguiente baja laboral.
Solo con que se impidan varias caídas al año, la inversión está más que amortizada, tanto por la parte de las bajas laborales, como por la pérdida de capital humano (que es lo más importante en una empresa) que implica que los trabajadores acaben sin poder desempeñar su función en semanas.
Existen casos en los que formar a otro es complicado y se tarda tiempo, por lo que conviene protegerlos todo lo posible.